- rayo cósmico
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Algunos rayos cósmicos se originan en el Sol, pero la mayoría proviene de más allá del sistema solar. Los rayos cósmicos primarios que alcanzan la atmósfera de la Tierra chocan con átomos de ella, creando rayos cósmicos secundarios. El campo magnético interplanetario y el propio campo magnético terrestre (ver campo geomagnético) afectan con fuerza a los rayos cósmicos primarios de menor energía, de manera la mayoría de los detectados cerca de la Tierra tienen energía muy alta, que corresponde a velocidades cercanas o mayores al 87% de la velocidad de la luz. Observaciones desde naves espaciales indican que la mayoría de los rayos cósmicos vienen del disco de la Vía Láctea; sin embargo, los de más alta energía probablemente tienen un origen extragaláctico. Los detalles de su producción y aceleración son aún inciertos, pero es posible que ondas de choque provenientes de supernovas aceleren las partículas. Desde comienzos de la década de 1930 hasta la década de 1950, los rayos cósmicos fueron la única fuente de partículas de alta energía para el estudio del núcleo atómico y sus componentes. Gracias a las colisiones de los rayos cósmicos se descubrieron las partículas subatómicas de corta vida, dando origen a física de partículas. Ni siquiera los aceleradores de partículas más poderosos pueden impartir una energía que se acerque a la de los rayos cósmicos de mayor energía. See also Victor Francis Hess.
Enciclopedia Universal. 2012.